¡Qué pena, de verdad! Estamos ante la que quizás sea la batalla futbolística más espectacular de la historia de este deporte y a mucha gente le da igual. Es alucinante... y es que encima podemos disfrutarlos a ambos en la Liga española cada fin de semana. ¡Somos coetáneos de un duelo que va a marcar una era dorada y que quizás nunca jamás se vuelva a repetir! Esto va más allá de un Magic Johnson (Lakers) vs Larry Bird (Celtics) o de un Federer-Nadal: hablamos por ahora de diez Balones de Oro; sí, ¡10! El décimo está cantado por más que quien no quiera que lo gane Cristiano para no igualar a Messi siga pidiendo que se lo lleve Buffon. En fin... una campaña más y a cada cual más gorda. ¡El ridículo no tiene límites!
Mientras tanto, una de las vergüenzas, incluso yo diría plagas, que rodean al fútbol contemporáneo viene de quienes desde su posición privilegiada hacen de su trabajo -o forma de vida- un acopio de forofismo radical inaudito: son periodistas, tertulianos, aficionados con cierto poder en RRSS que viven por y para su equipo exclusivamente, siendo la Voz de su Amo de otros que están muy por encima de ellos y que les marcan las directrices de la opinión que deben de tener, de seguir... para que no se salgan del guión marcado: es lo que el culto exige. ¡Increíble la poca personalidad de la profesión! Lees artículos, escuchas declaraciones, hablas con unos o con otros y todo es tratar de atacar ferozmente lo que ha conseguido el rival con excusas y teorías absurdas de mil y una detestables maneras. Mirad, a sabiendas de que haya alguien que pueda sentirse en parte retratado, tengo que ser sincero y decir lo que pienso: existe una corriente extremista dentro del barcelonismo que trata de ningunear sistemáticamente todo lo que consigue el Real Madrid y en especial la figura de Cristiano Ronaldo. Voy a poner un ejemplo para que lo veáis claro: coged alguna de las temporadas que el FC Barcelona de Messi haya ganado Liga y Champions... y el Real Madrid sólo la Copa del Rey quedando Cristiano Ronaldo máximo goleador europeo. Los ataques hacia el jugador luso eran brutales: que si sólo es un goleador, que si está en decadencia, que si no se va de nadie, que si en todos los goles que mete la empuja a pesar de haber marcado 50 goles... Sin darse cuenta que así están infravalorando al 99,99 % de los futbolistas del planeta Tierra. Ahora mirad las portadas de ciertos periódicos deportivos ensalzando la figura de Messi al conseguir exclusivamente la Copa del Rey y la Bota de Oro. Y la cuestión aquí es que cada vez tengo más dudas de si no se están dando cuenta del terrible bochorno que supone: la verdad es que al principio pensaba que estaba todo orquestado, pero ahora tengo más la sensación de que realmente se lo creen... o sino es que se han impuesto convencerse de "algo" que cuando ha sido al revés han menospreciado, con tal de no hacer la autocrítica necesaria tras la temporada gris que ha tenido su equipo, sus colores, sus vidas.
A mí desde luego no me cuesta nada reconocer que el Barça de Guardiola llegó a bordar de tal manera el fútbol que me quedé fascinado... Algo que jamás había visto: un estilo y unos jugadores maravillosos que tocaban la pelota y dominaban el juego de un modo absoluto. Después se ha visto que allá donde ha ido ha fracasado, pero eso es otro cantar. Pues bien, hubo quien desde ese momento se creyó con la potestad de sentenciar a todo aquel que no lleve puesta su camiseta... como si por ser culé por aquel entonces te garantizase ahora tener la razón en todo lo divino, dando lecciones de fútbol (sin tener ni idea) mirando por encima del hombro a los demas, y reitero lo que ya he expresado antes: creerte con la libertad de menospreciar y ningunear a los demás con un halo de superioridad que muy poco tiene que ver con los valors de los que presumen, que además cuando les interesa predican y de los que también pregonan. ¡Cómo para después criticar la humildad de los demás! Y todo para tratar de socavar en lo más profundo cualquier triunfo que consiga el Real Madrid con el miedo de que la espectacular época actual de éxitos que la eclosión de Messi dicta en el Barça se vea afectada por la que el Real Madrid sigue escribiendo en la Historia. ¡¿Es qué tanto cuesta reconocer las cosas?!