Napoleon Dynamite

Ésta es una (gran) película diferente al resto desde los títulos de créditos (no son 100 % originales, pero denotan que lo que nos vamos a ir encontrando es muy friki*). Y por si no tienes ni idea de lo que vas a ver, prepárate, porque nunca antes has contemplado nada igual (o tal vez sí, no sé...). Lo reconozco engatusadamente: cada vez que le he dado al Play me ha gustado más... y más (hasta 5 o 6 veces ya). La 1ª ocasión la vi recomendada y di por hecho que el personaje era así en la vida real: tampoco me documenté a posteriori. La 2ª vez me lo llegué a cuestionar ante la duda de si de verdad existiese alguien así, pero tampoco indagué mucho más. Y a la 3ª (que va la vencida) ya sí busqué en Internet quién era Jon Heder, alias Napoleon Dynamite, puesto que la interpretación que nos brinda es legen... daria.

   Esta historia, que ahora se está llevando a dibujos animados, está dirigida por Jared Hess, también creador junto a su esposa y coguionista Jerusha Hess de Nacho Libre, la comedia protagonizada por Jack Black en la que éste es (o por lo menos lo pretende ser) luchador de lucha libre (valga la redundancia).

   Me gustaría decir que todo el mundo puede ver y deleitarse con las aventuras y desventuras de Napoleon Dynamite (y su "entorno"), pero me voy a decantar por proclamar que no es apta para todos los públicos, y no por sus altos contenidos eróticos o sanguinarios, no, que no los tiene, sino porque sólo un público muy limitado, que ahora no alcanzo a definir pero entre los cuales me incluyo, puede valorar realmente esta joya de la filmografía estadounidense de principios de Siglo XXI: estoy hablando de cine independiente del bueno... Indie para los amigos.

   Pero para entender mejor este fenómeno de masas repasemos brevemente el elenco protagonista, que no tiene desperdicio:

- Tío Rico (Jon Gries), como su nombre indica, es el tío de Napoleon y vive anclado en el año 82... llegando incluso a querer viajar en el tiempo para rememorar su época dorada cuando jugaba a Fútbol Americano.

- La abuela de Napoleon (Sandy Martin) es, a sus ochentaypico, una motera descontrolada que tiene un accidente tratando de saltar una duna, por mera distracción y entretenimiento, que no las he visto yo iguales en el antiguo Dakar.

- El hermano mayor de Napoleon, Kip (Aaron Ruell) tiene una novia por Internet a la cual no le ha visto el cuerpo todavía (eso ya nos hace sospechar que nos vamos a llevar una sorpresa al verla bajar del autobus...). 

- Deb (Tina Majorino) es la única "amiguita" de Napoleon: hace pulseras y también es una niña marginada por el resto.

- Pedro (Efren Ramirez), de Ciudad Juarez, es el único amigo de nuestro protagonista, y quiere optar a ser el delegado de la clase... así que ¡¡¡VOTE FOR PEDRO!!!.

- Napoleon (Jon Heder), es un chico sencillo y sincero que cree tener aptitudes (sin tener actitudes) y habilidades para las artes marciales... y para el baile.

   Y todo esto (hay que verlo para creerlo) sucede en el Idaho profundo de los EEUU de América... aderezado con temazos como el Forever Young de Alphaville en la fiesta cutre de, se supone que es, el Baile de Fin de Curso o algo similar, pero sin ponche a la vista. Desde luego, si os fiáis de mí, no os la podéis perder. ¡¡¡Es una genialidad!!!.

*El termino "friki", tal y como lo conocemos nosotros, viene de la película de culto de 1932 Freaks, que se tradujo al español como La parada de los monstruos. A raíz de este film, y la gran repercusión que tuvo, se acuñó dicha palabra para designar algo anómalo, extraño o marginal... y de ahí hasta la actualidad, es decir, del freaky anglosajón al friki ibérico.

Trilogías

Hoy, día de nominaciones, antes de comenzar con las hostilidades, quiero desde aquí dar mi engatusada enhorabuena al maestro Woody Allen, quién optará a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión por su maravillosa y soñadora Midnight in Paris... ¡¡¡Gracias genio!!! Y vamos que nos vamos.

   Ante el inminente estreno del remake americano (como no podría ser de otra manera) de Los hombres que no amaban a las mujeres, del intrigante David Fincher, y el futuro fin de ciclo del Batman de Christopher Nolan con El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace, aprovecho la ocasión para preguntaros por vuestra TRILOGÍA preferida (y sí, lo siento: sé que muchos estaréis pensando en Torrente... pero no me vale, no, no... porque al igual que el grandísimo Indiana Jones y Misión Imposible con su Protocolo Fantasma, ya son 4 la que completan la aventura).

   Comenzaré mencionando una trilogía que, aunque no esté en mi lista, cinematográficamente hablando todos o casi todos la destacan como la más importante y talentosa del Siglo XX: El Padrino de Francis Ford Coppola.

Y aquí debo confesar que todavía no le he tomado yo el pulso a Don Vito Corleone y su “adorable” familia. También me van “llegando” a la memoria mientras escribo títulos tan significativos, más o menos comerciales y de muy diferentes géneros (pero que muy muy...), y en este primer caso hasta multi-oscarizados, como El Señor de los Anillos, Matrix, Spiderman, X-Men, Star Wars, Austin Powers, Agárralo como puedas, Porky's, Tres Colores (Azul, Blanco y Rojo) de Krzystof Kieslowski, Toy Story, Trilogía del Dólar de Sergio Leone, Regreso al Futuro e incluso los tejemanejes de la pandilla de los guapísimos y pillos Danny Ocean & Rusty Ryan (Ocean’s Eleven, Twelve, Thirteen)... todas ellas, y las que me habré dejado, eso sí, unas más que otras, ya inmortales a nuestros ojos. Y además de éstas... ¡¿Cuál añadirías tú?!.

   Cuando se me ha encendido la bombilla de hacer este artículo sobre trilogías más o menos míticas, rápidamente me ha venido una lista a la cabeza que paso a reproduciros. Soy muy consciente que muchos de vosotros no estaréis para nada de acuerdo con mis elegidas, y tal vez algunos otros aplaudiréis la elección, pero como para gustos los colores, nunca mejor dicho, ahí voy... y que Spielberg reparta suerte. Empiezo esta vez con dos medallas de bronce, que según el día que me de, una estaría en el cuarto lugar y la otra en el tercero, y viceversa... por eso otorgo un empate técnico entre Millennium y Bourne.

3A- Millennium. Basada en las exitosas novelas de Stieg Larsson, con Michael Nyqvist y Noomi Rapace de protagonistas, ésta última como Lisbeth Salander, una heroína al estilo Uma Thurman en Kill Bill. Creada en un principio como una mini-serie para la televisión sueca, tuvo que dar el salto a la gran pantalla ante el desbordante éxito de la saga literaria, eso sí, su creador lo tuvo que ver desde la tumba. Descanse en paz.

3B- Bourne. ¡Me encanta el Cine de Espías! Y esta trilogía además de suspense, está dotada de mucha acción (de la buena). Jason Bourne es un personaje de ficción creado por el novelista Robert Ludlum, y que en la gran pantalla estuvo encarnado por Matt Damon.

Sé que la van a resucitar, pero no será lo mismo sin el bueno de Damon, que aunque no es de mis actores favoritos, ya lo identifico con Bourne como a Sean Connery con Bond, James Bond. La primera entrega estuvo brillantemente dirigida por Doug Liman y las dos siguientes por Paul Greengrass (también para quitarse el sombrero)... y a los mandos del guión anda Tony Gilroy, a quién también se le ha encargado su nueva etapa.

2- El Señor de los Anillos. The Lord of the Rings de Tolkien, llevado al cine magistralmente por Peter Jackson, que este año estrena El Hobbit, precuela esperadísima por toda la Tierra Media. Esta trilogía fue un verdadero acontecimiento cinematográfico como yo no recuerdo... y valió la pena: ¡¡¡Lo juro por Aragorn!!!.

1- Star Wars (Episodios IV, V y VI)*. Aventuras 100 %. El gran público (así lo refleja la taquilla) si encuentra en uno de los protagonistas / personajes a su alter ego cinematográfico no duda en repetir sesión y secuela... y en eso Harrison Ford creo que tiene mucho que ver, por sus brillantes papeles de Han Solo e Indiana Jones; y ya que hablo del arqueólogo más famoso del Mundo Mundial, otro día prometo abordar el tema de las sagas de 4 películas... pero antes tendré que ver si la 4ª parte de la rentable Piratas del Caribe, con nuestra Pe a la cabeza de cartel, sube o baja la nota de las anteriores.

*Los Episodios I, II y II de Star Wars me pilló en una época de mi vida en la que casi todo lo veía blanco o negro... y me dio por encasillarlas en marrón oscuro tirando a negro, así que me gustaría volverlas a ver para evaluarlas como se merecen, al ser la precuela de la aventura galáctica más inolvidable de la historia... y que la fuerza me acompañe.

House (8ª Temporada)

Se ha escrito y dicho tanto a cerca de House M.D. durante sus primeras 7 temporadas, que ahora creo que lo mejor va a ser dar mi versión de los hechos sin profundizar en demasía al respecto del fenómeno que hace ya casi 8 años revolucionó la televisión.

  Tengo que reconocer que me he estado documento muy bien al respecto de esta magistral serie creada por David Shore, y que cuenta desde el principio con el "mutante" Bryan Singer (Sospechosos Habituales, Superman Returns & X Men) como productor ejecutivo... pero creo que voy a pasar de datos y cifras y nombres y apellidos y voy a ceñirme a lo que llevo pensando hace mucho tiempo y que hoy me viene como anillo (mi tesoro) al dedo: las series norte-americanas se atrancan cuando siguen un mismo patrón y se vuelve bastante más interesantes cuando suceden “cosas” entre los personajes. Me explico (sírvame como ejemplo House): En muchos (pero que muchísimos) de los episodios que he visto durante todos estos años (a falta de comenzar ya mismo a visualizar la nueva temporada), casi todos han comenzado con un futuro paciente del Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de New Jersey en estado crítico y listo para ingresar. El equipo de diagnóstico* se junta, a veces hasta se revuelve, y comienza a sopesar qué le puede pasar al enfermo. Que si es lupus, que si es cáncer, que si comienzan las excentricidades de House, que si continúa con la retahíla de enfermedades de las denominadas raras según los síntomas comienzan a aflorar, que si casi se lo cargan en el intento de curarle, y de repente, alguien del entorno de nuestro Don Quijote de la medicina dice algo que al Dr. House le hace reflexionar y... tatatachán: ¡¿Cómo no se le había ocurrido antes?!. Era una tontería de un bichito que tenía debajo de la uña del dedo pequeño del pie izquierdo. En fin... Diagnóstico: con la medicación adecuada en pocos días volverá a su rutinaria vida. Y, por el contrario, hay otros capítulos, como el archifamoso y brillante de “Tres historias”, que no se centran en curar al paciente, sino que nos descubren cómo son y cómo eran nuestros héroes... y también qué sucede cuando, como decía antes, suceden “cosas” entre ellos. Y una de esas “cosas”, por ejemplo, fue que Gregory House (Hugh Laurie) se enamorase (si no es que lo estaba ya) de la Dra. Lisa Cuddy (Lisa Edelstein)... y acabara estampando su coche en el hall de la casa de la administradora del hospital... “cosa” que le llevará a pisar y dormir en la cárcel, como podrás observar en los carteles de la promo de la 8ª Temporada. Desde luego, merecido lo tiene.

    Pues esa serie de “cosas” son las que hacen de las series que llevan tantas temporadas (y que no suelen ser comedias) que el espectador tenga más o menos interés en seguir siendo fiel a ella. Bueno, aquí estoy hablando de mí personalmente, que a pesar de que me encanta House, creo que hacen bien en que a la 8ª vaya la vencida, o eso se rumorea... y hasta luego Lucas.

   ¿Qué tipo de guiones nos deparará el futuro?... Desde luego House es una auténtica estrella del Rock, así que lo que queremos es verle rockandrollear 4ever.

   Confieso que cuando acabe echaré de menos a este médico tan entrañable, que casi nunca cumple las reglas ni hace caso a quien más le quiere, como es a su gran, fiel y único amigo el Dr. Wilson (Robert Sean Leonard, antaño “poeta muerto”): jefe del Departamento de Oncología. Sí, le he cogido cariño a este yonki adicto entre otras muchas y variadas cosas a la vicodina, medicación que se sirve sólo con receta y que le alivia el dolor crónico que sufre en su pierna derecha (de ahí la cojera) debido a una necrosis muscular... y que a pesar de ser un capullo integral en determinadas ocasiones, pues tiene algo que todos llevamos dentro: un lado oscuro... y mientras todos tratamos de que nunca vea la luz, él vive iluminándonos todo el día. Por esto y mucho más: siempre te recordaré con una sonrisa... y una píldora en la boca (como a los niños de Mary Poppins).


*Una vez ya, más que definitivamente, Cameron (Jennifer Morrison) dijo bye-bye a la serie, el equipo de diagnóstico lo formaron en la 7ª Temporada: Chase (Jesse Spencer), Foreman (Omar Epps),  Taub (Peter Jacobson), Masters (Amber Tamblyn) y Trece (Olivia Wilde).

Sherlock Holmes: Juego de Sombras

Osado de mí, por un momento (dado) se me pasó por la cabeza comenzar esta historia con el chiste de “El Emmental, querido Watson”, pero el personaje merece mucho más respecto. Estoy hablando de Holmes, Sherlock Holmes (seguramente el héroe de la literatura más leído en Occidente, junto con Jesucristo & Harry Potter).

   Sin que sirva de precedente, por una vez (en la vida) no he querido leer ninguna crítica, ni crónica, ni reseña de esta película antes de ir a verla (y de escribir este texto que estáis leyendo)... ni siquiera quise ver, y escuchar, el trailer en español (y digo en español porque si lo escucho, y veo, en versión original no me entero de nada, así que...).

   Cinéfilos engatusados, lo confieso: salí del cine con un sabor agri-dulce; me explico: digo agrio porque todavía no me he hecho al nuevo detective Holmes, interpretado por Robert Downey Jr., que más que un lavado de cara, es más bien una adaptación semi-libre del icono que creó la magistral pluma de Sir Arthur Conan Doyle. Reconozco que mi película preferida del de Baker Street es La vida privada de Sherlock Holmes, del maestro Billy Wilder (le sigue muy de cerca, Asesinato por Decreto)... así que ahí ya estoy dando pistas de que para mí Holmes no estaba acartonado, como algunos se han aventurado a decir, porque él era más o menos así, con sus manías y sus fobias, su sombrero de sabueso, su pipa, su lupa y su parca victoriana. Pero también admito que Juego de sombras, como film de aventuras, es un notable alto (y no le doy el sobresaliente porque me imaginaba yo que los encuentros Holmes-Moriarty iban a ser legen... darios; soy de los que desde que sonó Brad Pitt para el papel de malo malísimo se frotaban las manos... de felicidad).

   La historia comienza en la comedida despedida de soltero del Dr. Watson (Jude Law), el fiel amigo-“parasiempre”; supongo que nada que ver con las fiestas que se pegará el actor inglés en su querido Londres. Asisten de invitados el organizador & padrino, que es ni más ni menos que, elemental... Sherlock Holmes y el hermano de éste, Mycroft Holmes (Stephen Fry). Como invitada sorpresa: Sim (Noomi Rapace), una adivina gitana... que no es la stripper de la fiesta, por si alguno ha leído despedida de soltero y se le han iluminado los ojos. Y como no pretendo ser (Jack) el destripador del argumento, no daré más detalles iniciales. Después llega el mencionado cara a cara entre Sherlock, el más listo de todas las clases, y su archienemigo, el Profesor Moriarty* (Jared Harris), una mente criminal a la altura de la leyenda... y el resto dejémoslo en las manos de su director, Guy Ritchie. Y aquí no sé si me voy a patinar o qué, pero me voy a aventurar a decir que el ex de Madonna es el mejor en su género, generalizando diría que la acción, pero sin duda es un estilo propio que le hace ser un genio, en ciertos movimientos que nos hacen deducir que una película está hecha por él (sí, existe la excepción que confirma la regla: Barridos por la marea).

   Sí me gusta alguna reflexión en voz alta que se hace en la película, y que se podría adaptar al momento actual (ahí los guionistas han estado brillantes). Y entiendo, admito y respeto que quién esté a los mandos ha conseguido hacer de ésta una saga de aventuras que puede tener las secuelas que les apetezca a sus protagonistas (y hablo de actores principales, de director y de productores, entre los que se encuentra la mujer de Downey Jr.).

Y ya para acabar, por si alguien vive en otro Planeta, os recomiendo la transgresora y espectacular mini-serie de la BBC de título “Sherlock” que está emitiendo en estos momentos su 2ª temporada. Una adaptación brutal en todos los sentidos. Otro día hablaremos de ella como es debido... por hoy no doy más pistas.

pd: ¿Alguién me puede explicar qué tiene que ver lo de "Juego de Sombras" con la trama de la película?... 

* Desde pequeño, siempre he admirado enormemente tanto la figura de Sherlock Holmes como la del Profesor Moriarty, su némesis... y más después de ver El Secreto de la Pirámide (de la cuál sigo esperando la 2ª parte, como si se tratase del Cometa Halley). Otra cosa eran los dibujos de anime creados por Hayao Miyazaki & Kyosuke Mikuriya, que pintaban a Moriarty como un auténtico tontorrón al estilo del Coyote (vs el Correcaminos).

Notting Hill

¿Cuántas posibilidades hay de que el actor o la actriz más famosos del Mundo se enamoren de un tipo como tú o como yo...?. ¡¿Cuántas?!. Sí, en efecto: las respuesta es... ninguna. Por eso tuvieron que hacer la película. Estoy hablando, ni más ni menos que de Notting Hill.

 

     Para comenzar el año de cine, tal día como hoy (tarde-noche de sofá, palomitas & mantita), un domingo 1 de Enero del 2012, ¿quién de vosotros no está viendo (o lo acabará haciendo) alguna de las que cada cuál considera como sus películas preferidas?. Me estoy refiriendo a las llamadas como Clásicos: Hay cinéfilos que prefieren a Katherine Hepburn haciéndole la vida imposible, pero con amor, a Cary Grant en La fiera de mi niña; aunque si lo que buscamos es una o mil sonrisas, cualquier comedia del maestro Billy Wilder también me vale para empezar con buen pie el Fin del Mundo. Otros optan por un musical al estilo de Sonrisas y Lágrimas, o sin salirnos de Julie Andrews, para los más pequeños: Mary Poppins. Y ya que hablo de míticos musicales, no me quiero dejar ni Grease ni Dirty Dancing... time of my lifeee!!! Quienes busquen una carcajada “inteligente” seguro que rebuscarán entre sus DVDs para encontrar a la Annie Hall de Woody Allen paseando por Manhattan con esos vestidos de traje en chaqueta; los hay que prefieren una comedia romántica coral al estilo de Love Actually o una de ese dúo eterno y multiorgásmico que forman Cuando Harry (Billy Cristal) encontró a Sally (Meg Ryan cuando era la sonrisa más bonita de Hollywood... pre-botox).

     Los habrá también que escogerán sumergirse en las frías aguas del río Hudson de Nueva York para gozar del amor entre un hombre (Tom Hank) y una preciosa sirena (Daryl Hannah) en Splash... y algún melancólico preferirá echarse unas lagrimillas viendo (y escuchando) la versión más rockandrollera de Moulin Rouge (lo cuál me recuerda que, estoy seguro, haya quién escoja la fantástica Amelie). Y por supuesto, supongo, que también los hay que elegirán la tarde (y parte de la noche) para verse la trilogía extendida del Señor de los Anillos, o las únicas 3 buenas (buenísimas) de Star Wars (me refiero a las primeras, claro)... o la elección se puede basar en "pelis" más “guerreras”, pero también míticas como Gladiator, Braveheart, La Jungla de Cristal, no sé... incluso algún osado ya empezaría ayer a ver las de Harry Potter y puede que acabe para la hora del té de mañana lunes, porque para gustos los colores. Y como también hay colores nacionales, como el rojo y el amarillo combinados que tan buenos éxitos nos está dando últimamente, pues seguro que encontramos gente que prefiere reírse con Obras Maestras modernas como Días de Fútbol, o algunas joyas más ye-ye de López Vázquez, Alfredo Landa, Tony Lebranc, Gracita Morales o del maestro Fernando Fernán Gómez, ahora que todo se va... ¡¡¡a la mierda!!!.

     Pero yo hoy he elegido otra de esas comedias surgidas de la brillante pluma de Richard Curtis, autor también de Cuatro bodas y un funeral, y tal y como decía arriba esa es Notting Hill. ¿Habéis estado en este barrio de Londres?. Si es así, entenderéis el encanto que se desprende simplemente al nombrarlo: Notting Hill.

     Como supongo que todos y todas los y las engatusados/as que os vayáis a pasar hoy, o mañana, o en los sucesivos días por aquí ya la habréis visto, ¿para qué reseñarla?, si con el mero hecho de elegirla un día como hoy ya os estoy diciendo que me encanta. Y me encanta de principio a fin, cuando suena el She de Charles Aznavour, hasta el She final de Elvis Costello. Porque a pesar de que es una utopía que se enamore Julia Roberts de una persona normal (en esta caso un librero... y a pesar de que tenga el atractivo de Hugh Grant, todo sea dicho)... yo la película me la creo, y disfruto con ella, y más si una película está repleta de extras que lo bordan, como Rhys Ifans (el compañero de piso que nadie quisera tener)... porque me gustan las comedias románticas para días especiales en los que nos olvidamos de todo... hasta mañana, que la cruda realidad se apoderará de nuestros cuerpos... y lo que es peor: de nuestras mentes.

     Concluyo con un claro y rotundo: Feliz & Próspero 2012... y a pesar de que la Industrial del Cine, la de la Cerámica, la de la Música... y cualquiera que se nos pase por la cabeza en este momento entre (o siga) en Crisis... os rogaría que este año que podría ser maravilloso (como diría el gran Andrés Montes) hicieseis lo posible para que no entrase en Crisis vuestra sonrisa.

pd: Sí... lo siento, me dejaba Pretty Woman.