Advertencia: Si aún no has visto Titanic sáltate el párrafo siguiente
para no sentir lo mismo que sentí yo antes de verla.
Hace unos cuantos años (recuerdo que aún se compraban las entradas del cine en pesetas) yo era la única persona en el Mundo con pantallas gigantescas que no había visto Titanic. Llegó un día que el runrún a mi alrededor se hizo insoportable y los rumore, rumore, como diría Raffaella Carrà, se tornaron permeables a mí… vamos, que aprovechando que esa semana la echaban en El Peliculón me dije: ‘Antes de que me cuenten la aventura transatlántica de James Cameron, ahora que comienzo a tener grietas, la voy a ver’. Sabía que era una historia de amor, con temazo incluido de Celine Dion, entre un jovencísimo Leonardo DiCaprio y una no tan conocida ni estelar, a priori, Kate Winslet, y por supuesto suponía que era un drama, porque el barco se hundía, se hundía… pero lo que no quería saber, lo que no quería ni esperar, lo que nunca jamás querría ni imaginar, iluso de mí, era que Leo muriese congelado. ¡Nooo! Y tuvieron que ser los iluminados que montaron la promo de la tele los que sacaron al Rey del Mundo tiritando y de color Pantone azul sobre una madera en alta mar despidiéndose de la Winslet. En ese momento abrí la ventana del comedor de mi casa y grité desesperado: ‘¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?’...
Como ha
sucedido en EEUU, donde ha arrasado más que el Katrina, recién estrenada Los Juegos del Hambre
también se ha colocado líder en la taquilla española, convirtiéndose por
méritos propios en el fenómeno del año a la espera de los dos bombazos que
llegan después del verano… y antes de que se haga efectiva la profecía de los
Mayas: El Caballero Oscuro 3 y El Hobbit, esperadísima precuela de El
Señor de los Anillos.
En
nuestra querida España sólo una peli made
in se ha colocado en el Top Ten
del último mes (… y la cosa pinta bastante mal): Grupo 7, con Mario Casas
a la cabeza, y films extranjeros como la brillante Intocable, Battleship,
la peli de animación Lorax. En busca de la Trúfula perdida,
la mencionada Titanic en 3D, Todos los días de mi vida
e Ira
de Titanes alternan posiciones sin salir de esos diez primeras puestos,
a la espera de estrenos como American Pie: el reencuentro, Los
Vengadores de Marvel, Un lugar donde quedarse y Sombras
tenebrosas (lo nuevo del dúo gótico Tim Burton & Johnny Depp). Y viendo este
panorama yo me pregunto: ¿Qué le pasa a nuestro cine? ¿Por qué el espectador le
da, año tras año, la espalda? ¿Es que le hemos cogido manía o es que uno va a
las salas en busca de ‘algo’ que no existe en nuestras películas? No lo sé…
pero es ‘algo’ a lo que se le tendría que estar buscando una respuesta para
saber en qué estamos fallando… y no creo que el problema sea únicamente el maldito
dinero. En fin, espero & deseo que The Pelayos (historia de los Pelayo
desbanca-casinos de toda la vida), con el castellonense Miguel Ángel Silvestre
a la cabeza junto con el catalán, más internacional, Daniel Brühl, corra mejor
suerte tras inaugurar la XV Edición del Festival de Cine de Málaga; así que, ¡hagan juego, señores, hagan juego!
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