Tráiler de 'Antes del anochecer'

Hace algún tiempo ya escribía engatusadamente en este blog sobre mis trilogías preferidas (excluyendo a 'El Padrino' de Francis Ford Coppola) sin saber todavía que mi favorita estaba por llegar... y llegó (porque todo llega -hasta el invierno-). Hoy amanezco con un tráiler que andaba yo esperando desde hace unos nueve años: exactamente desde Antes del atardecer. Porque hay historias que uno las hace suyas, personales e intransferibles: son las huellas dactilares de su vida en la ficción ¿o en la realidad?; sucede en el cine, en la literatura, en las series, en la vida misma... Y a mí me pasó cuando vi por primera vez Antes del amanecer y me enamoré de Jesse & Celine y su encuentro casual en el tren, que uno siempre soñaba y nunca acabó sucediendo. Y después vino su paseo romántico por Viena... y su despedida (porque todo acaba, menos la eternidad). Y otros nueve años  más tarde descubrimos su reencuentro en París, con nuestro protagonista como escritor de renombre y una novela de amor creada con la intuición (y la ilusión) de que ella vaya a su presentación. No fue tan inocente ni romántico, pero eran ellos dos en una librería. Y ahora, nueve años después (otra vez) el telón de fondo es Grecia de vacaciones, pero sin encuentro, y el trío Richard Linklater, Ethan Hawke y Julie Delpy pone la primera piedra para que estas ruinas sean eternas. La trilogía continúa... y yo, sin saberlo aún comienzo a sentir que Antes del anochecer llega a su fin y que ya nunca será lo mismo (pero que les quiten lo "bailao"). ¡Juzguen ustedes!...

     Porque las historias de amor no se repiten: se viven, se acaban o perduran... pero nunca se repiten. Y las sensaciones que vivimos en su día con Jesse & Celine ya nunca más las volveremos a sentir; puede que lloremos o que riamos con ellos, pero no será lo mismo. Y diferente no significa que tenga porqué ser malo ni peor... ya que eso es también el amor: sobrevivir a nuestras emociones y a nuestras sensaciones, aprendiendo a que sólo hay un primer beso y una primera vez con una misma persona, pero conseguir que la que hace un millón sea especial es lo que distingue un romance pasajero de una historia de amor. Veremos qué sucede entre nuestros protagonistas... y a dónde les lleva el destino. Allí estaremos nosotros, para seguir escribiendo nuestra historia.