El lado bueno de las cosas

Se está adoptando una tendencia en Hollywood, casi se podría STAR hablando de jurisprudencia (y a mí me encanta, porque este tipo de historias son las que más me suelen gustar, calar y empapar a lo largo del año) de que cintas con bajo coste o incluso de las llamadas indies lleguen a finalistas en la carrera por el Oscar a la Mejor Película del año: todo empezó, diría yo, con la magistral ‘Entre copas’ (2004), a la que le siguieron ‘Pequeña Miss Sunshine’ (2006), ‘Juno’ (2007), ‘Up in the air’ (2009), ‘Los descendientes’ (2011) y en este 2012… ‘El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’). ¿Tienen algo en común? No lo sé… pero yo os las recomiendo engatusadamente.

      Uno tiene que saber qué va a ver (más o menos) cuando compra la entrada del cine… Otra cosa es que te defraude o te maraville lo que acabas de contemplar, pero suele ser importante poseer un ligero toque de lo que te puedes encontrar… sobre todo para no llevarte un grandísimo desencanto. Lo digo porque yo esta película me la tomé como una comedia romántica, de las que empiezan en drama y acaban en oh amore mio (como tantas otras), y por el camino ya se iría torciendo y enderezando las cosas (el trailer ayudó bastante, todo sea dicho, y el título que le han puesto en español, también). Por eso puedo asegurar que me gustó, sin más: me entretuvo y me robó alguna sonrisa… y aquí estoy, invirtiendo bien el tiempo escribiendo sobre ‘El lado bueno de las cosas’. Porque claro, si uno ve que está nominada en todas las categorías estrella en los Oscar (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado, Mejor Actor, Mejor Actriz, Mejor Actor Secundario, Mejor Actriz Secundaria…) puede llegar a pensar que está ante un peliculón de los que marcan época… y creo que no llega a tanto (de ahí todo este rollazo que os estoy contando de que uno tiene que saber qué va a ir a ver cuando compra la entrada, bla bla bla…).

     ¿Y qué nos vamos a encontrar? Pues a un tío desequilibrado y en chándal que acaba de salir del psiquiátrico gracias a su protectora madre y que comienza una extraña amistad con una viuda veinteañera muy aficionada al baile, algo tarada también, mientras comparte casa con el más chalado de todos (gran amante del fútbol americano… y de las apuestas): su padre. De ahí en adelante, tú eres el que tienes que buscarle ese lado bueno a las cosas… Lo que sí puedo asegurar es que todos, empezando por su guionista & director David O. Rusell (‘The fighter’), y continuando por el elenco protagonista con Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert de Niro y Jacki Weaver están muy bien… especialmente la prota de ‘Los juegos del hambre’, de la que uno acaba por enamorarse –metafóricamente- con su interpretación, haciendo buena la canción del grupo pop español La Costa Brava titulada ‘Déjese querer por una loca’… ¡es únicooo!