jueves, 29 de septiembre de 2011

Midnight in Paris

Fiel a su cita anual con el 7º Arte, en este 2011 el incombustible Woody Allen nos ha deleitado con otra obra maestra que añadir a su brillante carrera: Midnight in Paris... su mejor película en muchos años.

   Recuerdo que los primeros DVD's que me compré, junto con La Pantera Rosa y El Guateque, fueron Sueños de Seductor, Bananas, El Dormilón y Toma el dinero y corre... y hasta que no vi Annie Hall y Manhattan, pensaba que todo lo que hacía Woody Allen rozaba siempre el surrealismo (desternillante)... por cierto, corriente surgida en Francia en los años 20. ¡¿Casualidades de la vida?!. Así son los genios...

 
   Con este humilde texto que tienes ante ti, a continuación, pretendo hacer una defensa a ultranza del Woody Allen cineasta (del que deseo siga haciendo cine_hasta que él quiera), genial ya sea como director, guionista o actor. Porque ese tipo tan entrañable ha creado algunas de las más maravillosas obras de arte que mis ojos han podido contemplar... y jamás contemplarán. Y no entiendo por qué, él siempre está en el ojo del huracán haga lo que haga, ya sea comedia, drama o tragicomedia, da igual. No lo veo justo... Yo no me imagino antaño, en la época del Renacimiento, a todo el mundo que primero iba a admirar La Capilla Sixtina, y que luego se encontrasen con Miguel Ángel por la calle y le dijesen: "Oye, ¡a ver si pintas algo igual!", o mejor: "Haznos otra Piedad para disfrute propio". O lo mismo con Leonardo: "Ey Leo, déjate de inventos y píntanos otra Gioconda, que con una tenemos pocas". Pues así veo yo lo que les sucede hoy en día a este tipo de maestros: disfrutemos de sus obras insuperables, y no seamos tan injustamente exigentes. Por eso dejemos de pedirle al propio Allen que haga comedias, comedias y más comedias, y que encima sean buenas y nos gusten: ¡Por favor, que haga lo que le de la gana!... pero que siga haciendo cine por los Siglos de los Siglos.

   Porque haciendo lo que le da la gana, esté más o menos inspirado, de repente, nos seduce, como comentaba al principio, con otra genialidad como es Midnight in Paris. ¡Gracias maestro!. Película que espero que esté este año entre las nominados al Oscar a la Mejor Película y al Mejor Guión, porque si no yo ya no entiendo nada... y me arriesgo a añadir 4 más: Actor Principal (Owen Wilson), Actriz Secundaria (Marion Cotillard), Música & Diseño de Vestuario.

   Midnight in Paris fue la elegida para abrir el Festival de Cannes de este año (del que llevó aplausos de la crítica y más admiración todavía por parte del público presente), recaudando around tne World más de 100 millones de € (costó 30), convirtiéndose así en la película más taquillera de Allen en los EEUU. Por cierto, hecha también con dinero español (Mediapro), como Vicky Cristina Barcelona (donde Bardem & Pe acabaron cantando "Barcelonaaaaa...").

   Esta fábula woodyalleniana me gustó de principio a fin, y hubo hasta momentos de picos de encantamiento, como le sucede al personaje de Gil (Owen Wilson), porque me creí y disfruté con esa atmósfera parisina de los años 20 en la que él convive a medianoche. Su extensa y musical presentación de París solamente está al alcance de Woody Allen... de otro hubiésemos dicho: ¡Casi 4 minutos en cine es mucho!... Pero es que a mí, con esa trompetita sonando (o lo que fuese), se me pasó volando. Y ahí ya comienza el hechizo de la película [...] hasta el paseo final bajo la lluvia a la francesa, de la que por 1ª vez desde que escribo en este blog no voy a decir nada más para no romper la magia, ni las sorpresas, ni el romanticismo... 

   
   Ya para acabar, y echando un rápido vistazo retrospectivo, y escribiendo de memoria, diría que Owen Wilson (brillante en el papel de escritor algo bohemio que siente que sintoniza más con los parisinos que con su futura esposa Inez, interpretada por Rachel McAdams) es el mejor alter ego de Woody Allen, dentro de una película de Woody Allen en la que no aparezca el propio Woody Allen, claro está. ¿Se me entiende, verdad?. Por encima, incluso, de Kenneth Branagh en Celebrity, diría yo. Gil, en su recorrido nostálgico por París, llega a una conclusión final a modo de moraleja (muy característica últimamente en el de Brooklyn): En época de crisis existencial (¡¿Quién ha dicho Crisis?!) cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Amén.

2 comentarios:

  1. Amen! Te felicito por la crítica y también felicito a Woody Allen porque para mí también ha sido una de sus mejores películas si tenemos en cuenta las últimas que ha hecho, pero así es Allen y que continúe siéndolo.

    La película te traslada al romántico París, sus calles, sus monumentos y esa historia que es tan irreal, hasta llegué a pensar que el protagonista se había vuelto loco, o estaba drogado o soñando... ¡Pero no! Viaja en el tiempo a su París de los años 20, en el Barrio Latino. Pero si ves el fondo, lo que te quiere transmitir, es perfecto!

    También tengo que decir que hubo alguna escena que se me hizo un poco larga y pesada, pero por lo demás “chapó”.

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  2. Muchísimas gracias por tus palabras ;)
    Para mí también ha sido una de las mejores películas que he visto este año, seguro ¡vamos!. Y ya tengo ganas de que salga el DVD para volverla a disfrutar y ver si hay extras, etc... aunque Woody Allen no se suele lucir mucho en eso.
    Yo al principio también me creí que es que estaba bebido y alucinaba (a todos nos ha pasado jeje) pero no: es la imaginación desbordante del genio que nos ha vuelto a sorprender ;)
    Gracias también x pasarte el blog.
    Saludos engatusad@s

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