jueves, 29 de septiembre de 2011

Midnight in Paris

Fiel a su cita anual con el 7º Arte, en este 2011 el incombustible Woody Allen nos ha deleitado con otra obra maestra que añadir a su brillante carrera: Midnight in Paris... su mejor película en muchos años.

   Recuerdo que los primeros DVD's que me compré, junto con La Pantera Rosa y El Guateque, fueron Sueños de Seductor, Bananas, El Dormilón y Toma el dinero y corre... y hasta que no vi Annie Hall y Manhattan, pensaba que todo lo que hacía Woody Allen rozaba siempre el surrealismo (desternillante)... por cierto, corriente surgida en Francia en los años 20. ¡¿Casualidades de la vida?!. Así son los genios...

 
   Con este humilde texto que tienes ante ti, a continuación, pretendo hacer una defensa a ultranza del Woody Allen cineasta (del que deseo siga haciendo cine_hasta que él quiera), genial ya sea como director, guionista o actor. Porque ese tipo tan entrañable ha creado algunas de las más maravillosas obras de arte que mis ojos han podido contemplar... y jamás contemplarán. Y no entiendo por qué, él siempre está en el ojo del huracán haga lo que haga, ya sea comedia, drama o tragicomedia, da igual. No lo veo justo... Yo no me imagino antaño, en la época del Renacimiento, a todo el mundo que primero iba a admirar La Capilla Sixtina, y que luego se encontrasen con Miguel Ángel por la calle y le dijesen: "Oye, ¡a ver si pintas algo igual!", o mejor: "Haznos otra Piedad para disfrute propio". O lo mismo con Leonardo: "Ey Leo, déjate de inventos y píntanos otra Gioconda, que con una tenemos pocas". Pues así veo yo lo que les sucede hoy en día a este tipo de maestros: disfrutemos de sus obras insuperables, y no seamos tan injustamente exigentes. Por eso dejemos de pedirle al propio Allen que haga comedias, comedias y más comedias, y que encima sean buenas y nos gusten: ¡Por favor, que haga lo que le de la gana!... pero que siga haciendo cine por los Siglos de los Siglos.

   Porque haciendo lo que le da la gana, esté más o menos inspirado, de repente, nos seduce, como comentaba al principio, con otra genialidad como es Midnight in Paris. ¡Gracias maestro!. Película que espero que esté este año entre las nominados al Oscar a la Mejor Película y al Mejor Guión, porque si no yo ya no entiendo nada... y me arriesgo a añadir 4 más: Actor Principal (Owen Wilson), Actriz Secundaria (Marion Cotillard), Música & Diseño de Vestuario.

   Midnight in Paris fue la elegida para abrir el Festival de Cannes de este año (del que llevó aplausos de la crítica y más admiración todavía por parte del público presente), recaudando around tne World más de 100 millones de € (costó 30), convirtiéndose así en la película más taquillera de Allen en los EEUU. Por cierto, hecha también con dinero español (Mediapro), como Vicky Cristina Barcelona (donde Bardem & Pe acabaron cantando "Barcelonaaaaa...").

   Esta fábula woodyalleniana me gustó de principio a fin, y hubo hasta momentos de picos de encantamiento, como le sucede al personaje de Gil (Owen Wilson), porque me creí y disfruté con esa atmósfera parisina de los años 20 en la que él convive a medianoche. Su extensa y musical presentación de París solamente está al alcance de Woody Allen... de otro hubiésemos dicho: ¡Casi 4 minutos en cine es mucho!... Pero es que a mí, con esa trompetita sonando (o lo que fuese), se me pasó volando. Y ahí ya comienza el hechizo de la película [...] hasta el paseo final bajo la lluvia a la francesa, de la que por 1ª vez desde que escribo en este blog no voy a decir nada más para no romper la magia, ni las sorpresas, ni el romanticismo... 

   
   Ya para acabar, y echando un rápido vistazo retrospectivo, y escribiendo de memoria, diría que Owen Wilson (brillante en el papel de escritor algo bohemio que siente que sintoniza más con los parisinos que con su futura esposa Inez, interpretada por Rachel McAdams) es el mejor alter ego de Woody Allen, dentro de una película de Woody Allen en la que no aparezca el propio Woody Allen, claro está. ¿Se me entiende, verdad?. Por encima, incluso, de Kenneth Branagh en Celebrity, diría yo. Gil, en su recorrido nostálgico por París, llega a una conclusión final a modo de moraleja (muy característica últimamente en el de Brooklyn): En época de crisis existencial (¡¿Quién ha dicho Crisis?!) cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Amén.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Pequeñas mentiras sin importancias

Si Guillaume Canet es un genio, el tiempo lo dirá... y no me refiero al hecho de estar casado con la oscarizada (y bellísima) Marion Cotillard, sino a que forma parte del selecto Club de los Cineastas Totales (CCT engatusado©), es decir, escribe sus guiones, los dirige y, además, es actor (como Joey Tribbiani)... aunque en su Pequeñas mentiras sin importancia (Les petits mouchoirs) se queda tras las cámaras retratando con mucha destreza las grandes miserias (que sí que importan) de cada uno de sus protagonistas.

   Si me preguntas "¿Qué película actual me recomiendas?", te diré, sin dudar, que ésta. Si quieres saber por qué, tendrás que verla. Y si te apetece verla y, además, empezar a disfrutarla ya, sigue leyendo...

   El primer plano secuencia de la película es de lo mejor que yo he visto en mucho tiempo: de hecho creo que es de lo mejor que se ha hecho en cine últimamente, en cuanto a principios se refiere. Nos muestra quién es Ludo (Jean Dujandin) y qué significa en esta historia. Él es el nexo de unión de un conjunto vacío... reflejo evidente de una sociedad que finge ser feliz mientras por dentro se culpa de sus desdichas, en silencio, atormentándose. Personajes inseguros que toman decisiones a sabiendas de que son incorrectas, haciendo ver que todo irá bien, hasta que sus mundos interiores acaban por desmoronarse... entonces solamente les quedará la amistad: esa que han estado utilizando para autoengañarse.

   Pequeñas mentiras sin importancia entretiene y estremece a la vez, y nos relata las vacaciones "casi-frustradas" de un grupo de amigos, digamos que de posición media-alta, que deciden irse a la casa que tiene en la playa el más veterano de todos, Max (magistral François Cluzet), tal y como habían planeado, antes que quedarse haciendo guardia y compañía en el hospital cuidando de Ludo, el miembro de la pandilla más alocado, que acaba de tener un accidente. Y entonces es cuanto Canet comienza a presentarnos a los personajes, uno a uno, seres egoístas casi en su totalidad pero sin querer aparentarlo. Y empiezan las confesiones, y las terribles sorpresas... con importancia: es cuando el castillo de naipes se desploma con la brisa marina. Menudo reparto coral... de lo mejorcito de la escena francesa actual: a los mencionados Jean Dujandin & François Cluzet, se unen estrellas tales como Marion Cotillard (Marie), y nombres quizá menos conocidos por nosotros como Benoît Magimel (Vincent), Gilles Lellouche (Éric), Laurent Lafitte (Antoine), Valérie Bonneton (Verónique) y Pascale Arbillot (Isabelle) y Joël Dupuch (Jean–Louis).

   Ésta es una de esas películas de 2 horas y 30 minutos que para nada se te hacen pesadas. El año pasado arrasó en Francia recaudando más de 30 millones de € en 6 semanas, y 5 millones de espectadores (como podéis observar en el cartel), llegando a ser “el filme” más taquillero del 2010. Con una banda sonora maestra (por destacar, Janis Joplin o David Bowie con su Moonage Daydream), perfecta en cada instante, formando parte de los acontecimientos... Por todo esto y mucho más os recomiendo Pequeñas mentiras sin importancia si os apetece disfrutar de un drama, que te hará pensar sobre la verdadera amistad, eso sí, no miréis el trailer en español: no lo hagas, ya que revela algunas claves que mejor ir descubriendo poco a poco, y no de sopetón. En cambio puedes mirar el francés, sino sabes francés, claro está. Yo no me enteré de nada de lo que decían, pero me resultó bastante atrayente.Y la vi... y me encantó.

   Pequeñas mentiras sin importancia, donde no solamente los más jóvenes viven desorientados en época de crisis...

martes, 20 de septiembre de 2011

Código Fuente

El británico Duncan Jones hace algún tiempo que dejó de ser “el hijo de...” (David Bowie) para convertirse en director de cine. Después de la elogiada y desconcertante Moon*, se pone tras las cámaras con la también cíclica Código Fuente (Source Code).

  Ayudado por el talento de Mr. Ripley (Ben Ripley), el guionista de la película, Mr. Jones (Duncan Jones) dirige a la perfección este thriller con un montaje brillante, una trama que te engancha, un acompañamiento sonoro inquietante 100 %, unos actores con muy buena química entre ellos y, porqué no decirlo, un proyecto que te hace pensar... sobre todo en qué nos deparará el futuro en cuanto a sistemas de investigación criminal. Un apunte: no me extrañaría para nada ver a Código Fuente entre las nominadas a Mejor Guión Original en la entrega de los próximos premios Oscar. De hecho, se lo merece.

  La historia nos habla de un hecho que acaba de acontecer, en concreto de los 8 minutos que pueden hacer cambiar el status quo de un Chicago, sin gánsters, pero con un terrorista que anda suelto y está preparado para detonar una bomba en el centro de la ciudad. El Capitán Colter Stevens (Jake Gyllenhaal), excombatiente en Afganistán, es el encargado de averiguar, mediante un ½ experimento ½ misión súper-secreta (y misteriosa), quién es ese fanático que acaba de hacer volar por los aires un tren de pasajeros y amenaza con más explosiones. El proyecto se llama Código Fuente, y al mando están el Dr. Rutledge (Jeffrey Wright) y la también militar Colleen Goodwin (Vera Farmiga). Lo complejo de dicha cábala es que el propio Stevens, deberá viajar al pasado para, acompañado de una tal Christina Warren (Michelle Monaghan), que ya descubriremos si es su amiga, su novia, su mujer o su amante, dar caza al terrorista en solamente 8 minutos. ¿Y por qué 8 minutos?. Tendrás que ver la película para averiguarlo.

  Según la Wikipedia, y cito textualmente, El código fuente de un programa informático (o software) es un conjunto de líneas de texto que son las instrucciones que debe seguir la computadora para ejecutar dicho programa. Por tanto, en el código fuente de un programa está descrito por completo su funcionamiento. Para nosotros será uno más de los programas experimentales que lleva a cabo (ahora o en el futuro) el Gobierno de los EEUU en materia anti-terrorista.

  Celebro que, últimamente, las productoras apuesten por tantas películas de ciencia-ficción, y por fin se haya dejado un poco de lado, de una vez por todas, un género tan manoseado como es el de los chupa-sangres de dientes largos (género que debió enterrarse hasta nueva orden tras la magnífica Entrevista con el Vampiro). Si hacemos caso a la taquilla, Código Fuente ha recaudado casi 4 veces más de lo que costó: todo un éxito, diría yo. 8 minutos antes de morir fue el título elegido por algunos países de habla hispana (que no son el nuestro: y es extraño, porque aquí los “titulitos” que se cascan algunas veces son de traca).

  En un determinado momento de la película el Doctor Rutledge le lanza un órdago a nuestro protagonista, consumido por la situación, afirmándole que estando dentro del Código Fuente no se puede alterar el ritmo de la realidad que estamos viviendo, pero... ¿Pueden existir otras realidades más allá de esos 8 minutos que hay dentro de esta misión tan confidencial?. ¿Cómo influye en el futuro el hecho de alterar el pasado?... Aunque os podáis hacer una ligera idea, tendréis que ver Código Fuente para saber cuál es ese “impulso” que “mueve” a nuestro protagonista a luchar contra el sistema, nunca mejor dicho, para cambiar ese realidad en la está atrapado él y todos sus compañeros. La respuesta os la daré en el próximo capítulo.

*En el año 2009, la ópera prima de Duncan Jones, fue la gran triunfadora del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, llevándose “a la butxaca” Cuatro grandes Premios: Mejor Película, Mejor Guión, Diseño de Producción y Mejor Actor para Sam Rockwell, por su papel de llanero solitario... del espacio exterior.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Cómo conocí a vuestra madre. 6ª Temporada

Quienes no sepan nada de Cómo conocí a vuestra madre (How I Met Your Mother), echándole un vistazo a lo primero que encuentren por Internet pueden pensar: ¡Buah, otra serie de colegas que rondan los 30, que viven en Nueva York, que comparten piso y que se reúnen diariamente en un bar!... Sí, así es: quienes no sepan nada pueden llegar a pensar que es otra Friends, o su sucesora. Pero no: Friends no tenía a Barney Stinson...


  Primero que nada, antes de continuar con las hostilidades, que conste en acta que para mí, personalmente, Friends ha sido, es y será una comedia inigualable e insuperable... pero no tenía a Barney Stinson (aunque tenía a Chandler, Joey & Ross, todo hay que decirlo). Y para quiénes no sepáis quién es el Señor B. Stinson simplemente os diré que es un personaje legen... espera... dario.

   Hoy no pretendo diseccionar gran cosa sobre la que es, sin duda, una de las series contemporáneas que cuenta con un mayor número de fans... tiempo tendremos, pero sí quiero poneros en antecedentes. Vamos allá: La historia comienza en el año 2030, cuando Ted Mosby (Josh Randon), arquitecto, decide contarles en voz en off a sus dos hijos (hijo e hija) cómo conoció a su madre... Por cierto: ¿Conoces a Ted Mosby?. Lo que nos hace retroceder en el tiempo hasta el momento actual. Así es cómo comienza la presentación de los 5 personajes principales: el mencionado Ted Mosby; su mejor amigo y compañero de piso Marshall (Jason Segal); Lily (Alyson Hannigan), la novia de éste; y el que dice ser el mejor amigo de Ted Mosby: el liante Barney Stinson (Neil Patrick Harris, Un médico precoz). Reunidos, como siempre, en el McLarens, Ted se enamora a primera vista de una guapa reportera canadiense llamada Robin Scherbatsky (Cobie Smulders), el 5º elemento... y hasta aquí puedo seguir escribiendo.

    Para los que no hayáis visto ningún capítulo, pero sí tengáis intención de engancharos a la serie, no sigáis leyendo... para todos los demás, os comento: aprovechando que en breve, por fin, se estrena en nuestro país la 6ª Temporada de Cómo conocí a vuestra madre, quería compartir con vosotros impresiones de la que es, repito, sin ninguna duda, una de las sitcom más divertidas de la parrilla televisiva. Pero no todo son risas y m carcajadas: me da la sensación que los guionistas, geniales en el uso de flashbacks, han entrado en bucle peligroso. Vivimos en la era de las Series de Televisión, y la competencia es como el Lobo de Caperucita: feroz. Así que, o espabilan los creadores, o no sé yo... 


La 5ª Temporada acabó igual que la 4ª, y sin visos de mejora en este aspecto. Ted Mosby sigue sin encontrar al amor de su vida (cosa lógica: en caso contrario se acabaría la serie; vendría a ser como si el Coyote cogiese al Correcaminos), pero respecto al resto del elenco protagonista, tampoco han pasado muchas cosas trascendentales que nos hagan ver una evolución en el planteamiento, o esa incertidumbre de qué ocurrirá en el próximo capítulo... lo cual puede desembocar en una apatía o desinterés por parte del espectador, a excepción del ya habitual: ¿Qué hará hoy Barney?. Sublime, por cierto... ¿Qué pensáis, engatusados seguidores?. En EEUU van a estrenar ya la 7ª... y yo prefiero no cotillear mucho a cerca de lo que ocurrirá en la 6ª, para no descubrir las sorpresas que puedan ir apareciendo... aunque sólo os diré que la exuberante Katy Perry, el "perdido" Jorge García y la “doctora” Jennifer Morrison están presentes en la sala.

     Ya para acabar, desearos muy buen fin de semana y ,por cierto, hagáis lo que hagáis... ¡Poneros traje!.

martes, 13 de septiembre de 2011

HappyThankYouMorePlease

¿Hay vida más allá de Ted Mosby?. Sí. HappyThankYouMorePlease es el primer solo de guitarra de Josh Radnor, que debuta como guionista-director-protagonista... y la prueba la pasa con nota.

        Siendo muy sincero, de los 5 “protas” de la sitcom Cómo conocí a vuestra madre, hay 2 que no me han conseguido calar, hasta el punto de llegar a confesar alguna vez en voz alta: “¡Ya se podrían haber buscado a otros 2 con más carisma!”. Me refiero a la canadiense Robin Scherbatsky (Cobie Smulders) y al newyorkino, mencionado ya, Ted Mosby (Josh Radnor). Pero así es la vida, y en la ficción sucede que la percepción de un actor te puede cambiar de la mañana a la noche, pasando de ser mediocre a interesante, simplemente viéndole interpretar a otro personaje fuera del encasillamiento que tanto se nos atraganta... (véase el propio Jim Carrey en papeles dramáticos como en Man on the Moon o El Show de Truman).

La película nos narra un determinado momento en la vida de Sam Wexler (Josh Radnor): escritor en construcción y residente en Nueva York, al cual le deniegan la publicación de un libro en una prestigiosa editorial... conoce a Rasheen (Michael Algieri), un misterioso niño perdido en el Metro el cuál decide apadrinar, se enamora a primera vista de una camarera-cantante con mirada angelical (Kate Mara) y su mejor amiga (la sueca Malin Akerman) está atravesando una crisis de identidad debida a... lo tendréis que descubrir vosotros. Completa la trama “su prima” (Zoe Kazan, vista en la divertidísima serie Bored to Death), que duda entre seguir en N.Y. o abandonar la ciudad para hacer feliz a su novio en L.A.

Recordemos que fue Premio del Público en el Festival de Sundance (¡Que no es broma!). Una historia más de vidas cruzadas, paralelas y cotidianas, que no aporta nada nuevo al cine (aunque eso sucede casi siempre), sin demasiadas pretensiones, algo previsible pero de esas que te dejan con buen sabor de boca... incluso pidiendo “más, por favor”. Y todo lo “poco” que te gustaba anteriormente el personaje que interpreta el “prota” de la “peli” en otra serie que a su vez es de tus "prefes"... ves el film y decides darle otra oportunidad... a Ted Mosby. Los que no hayáis visto nunca Cómo conocí a vuestra madre no estaréis entendiendo nada... pero eso se puede arreglar.
        
        Las críticas que he leído han sido de todos los colores, pero si te gustó Algo en común (Garden State), del también joven cómico televisivo Zach Braff (Scrubs), no debes perderte HappyThankYouMorePlease.  

viernes, 9 de septiembre de 2011

Cheers (versión española)

... Making your way in the world today takes everything you've got. Taking a break from all your worries, sure would help a lot. Wouldn't you like to get away? Sometimes you want to go!.
Where everybody knows your name, and they're always glad you came. You wanna be where you can see, our troubles are all the same. You wanna be where everybody knows your name. You wanna go where people know, people are all the same, you wanna go where everybody knows your name [...].

¡Claro que sí!... es la intro de Cheers (Gary Portnoy & Judy Hart Angelo).


        Este fin de semana se estrena la versión española de la mítica sitcom estadounidense creada por James Burrows*, Glen Charles y Les Charles, e interpretada magistralmente, entre otros, por Ted Danson (en su papel del fracasado ligón Sam Malone), que estuvo triunfando en antena la friolera de 11 temporadas (1982-1993).

Engatusad@s del Mundo entero, os confieso que tengo ganas de ver qué pasa con este remake de Cheers (otra serie “de bares, qué lugares”) por 3 motivos: 1) La original me encantaba, y aunque la vi de pequeño, guardo muy buenos recuerdos. 2) Alberto San Juan, por el cual siento admiración como actor, vuelve a una comedia televisiva tras Más que amigos. 3) El elegido para dirigirla es Manuel Gómez Pereria (Boca a Boca o El amor perjudica seriamente la salud).

        Los 3 “protas” que encabezan el cartel, todos ellos súper-conocidos en el panorama nacional, son el mencionado San Juan (interpreta a un ex jugador de fútbol del Cádiz), Antonio Resines (es el álter ego de Frasier) y Alexandra Jiménez (encarna a la niña pija que se busca la vida como camarera). Y completan este reparto coral secundarios de lujo como Pepón Nieto, Luis Bermejo, Joan Pera, Chiqui Fernández y Adam Jezierski. Además se han anunciando también algunos cameos estelares que iremos descubriendo.


        Pero por el contrario, como no podía ser de otra manera, también hay 3 cositas que no sé yo que pensar... 1) Volver a juntar a Tele5, Resines (haciendo de neurótico) y un bar (llamémosle lugar de reunión de colegas)... ¿A qué “jamón” os suena?. 2) Dani Martín (El Canto del Loco) interpreta la canción en español, con la misma melodía que la original: aquí va a haber debate... 3) Es imposible que se iguale a la auténtica Cheers: el listón está muy alto. Ni Sergei Bubka lo superaría.

        En fin... menos mal que los herederos de los brillantes “académicos” que traducen los títulos al español de las películas extranjeras, véase Con Faldas y a lo loco (Some like it hot) o Sonrisas y Lágrimas (The sound of the music), no han tenido opción de decidir sobre el nombre que le ponían al remake español, ya que, tal vez, en un alarde de la originalidad a la que nos tienen acostumbrados... podrían haber titulado a la serie Chinchín.

        ¿Qué pensáis vosotros de la “spanish versión”?... ¿Cómo os suena cambiar el ¡Nooorm! por ¡Blaaas!?... ¿Triunfará o qué?... ¿Vais a verla?... ¡Mojaros, engatusad@s!. Espero que no suceda lo mismo que con el remake español de Las Chicas de Oro...

*James Burrows ha dirigido, entre otras series, algunos capítulos de Taxi, Cheers, Friends, Frasier, Will & Grace y el “Piloto” de Dos hombres y medio, The Big Bang Theory, etc... Para quiénes no le pongáis cara, os diré que como actor hizo de director, en el capítulo de Friends en el que Joey hace del doble del trasero de Al Pacino. ¡¿Quién no lo recuerda?!...

martes, 6 de septiembre de 2011

Cowboys & Aliens

Sigmund Freud dijo una vez: “La más clara prueba de que existe vida inteligente en otros planetas, es que todavía no han venido a visitarnos”. Yo no sé que pensar... ¿Tú qué crees?. ¿Están entre nosotros?. ¿Nos están observando?. ¿Hay vida en otros planetas?. ¿Son una amenaza para la Tierra?. Y lo más importante: ¿Por qué el hombre no ha vuelto a la Luna?. Seguramente porque nunca haya estado, pero esa es otra película...


Muchas veces, cuando un@ comenta una película suele caer en la tentación de compararla con otros films que le han recordado a la propia historia que acaba de ver, o porque se parecen, o tienen algo en común... ¡Sucede que esta vez he vuelto a caer en la tentación!: Cowboys & Aliens es una especie de Independence Day pero en el lejano Oeste, no sé... tal vez Independence West.

        Las múltiples críticas que había leído antes de ir a verla no habían sido como para tirar cohetes, y todas mencionaban el “fracaso” de la dupla 007 & Indiana en la taquilla americana (no había recaudado lo que costó)... pero a mí la verdad es que me entretuvo bastante: es muy previsible, sí, pero está realmente bien hecha, y mira que yo no soy mucho de Aliens... pero sí de Cowboys. Y aquí me surge la 1ª duda razonable post-película: ¿Por qué el título del cómic original, obra de Scott Michael Rosenberg, no es Cowboys vs Aliens?. Es decir, “contra” en vez de “y”. O si acaso se podría haber titulado: Cowboys & Indios vs Aliens. Y no sigo por ahí... hasta el final.

     La puesta en escena, made in Jon Favreau, me gustó bastante (visualmente es una película muy aconsejable): comenzamos con un plano secuencia frontal que nos muestra el inhabitado desierto y va rotando la cámara sobre el eje vertical hasta que vemos despertar, parece ser de una pesadilla, al amnésico Jake Lonergan (Daniel Craig*), con un brazalete “del futuro” en su antebrazo izquierdo (que dispara rayos láser), del cual no se puede desprender ni a la de 3. Pronto nos apercibimos de que ese tal Lonergan no es un vaquero cualquiera, ya que posee una destreza con las armas y el arte de la lucha fuera de lo común.

        Parece ser que guiado por su destino, regresa a un pequeñísimo pueblo de Arizona llamado Absolution, donde le buscan “Vivo o Muerto”, ofreciendo una sustanciosa recompensa por unos cuantos delitos de los que se le acusa, entre ellos está el robarle oro al mandamás del poblado, el veterano coronel Dolarhyde (Harrison Ford): un tipo que de amigos tiene pocos... pero conocidos muchos. ¡Ya tenemos el lío cuando se ven las caras Bond y el Dr. Jones!. Y por ahí en medio, en el salón para ser más concretos, aparece la extraña Ela (Olivia Wilde) que guarda un misterio (dentro de sí) y ayudará a nuestro forajido a recordar... La trama se completa con unos secundarios (de lujo) muy bien orquestados y, entre pitos y flautas, sin más comienza un ataque alienígena que no tiene desperdicio. Es aquí cuando empezamos a encajar algunas piezas de este puzzle que es Cowboys & Aliens: los marcianitos se llevan a los humanos para “investigarnos”, pero... ¿dónde?. (Ahora se escucharía la típica "melodía de misterio" que acompaña a algunos programas de televisión de dicho género)

Hete aquí mi 2ª duda razonable: esos alienígenas que diseñan los visionarios de Hollywood, con sus garras afiladas, sus pintas monstruosas, sus dientes como sables (que acojonan bastante)... ¡¿Cómo pueden ser unos genios en tantos campos como la mecánica cuántica, informática avanzada, industria aeroespacial, armamento sofisticados, etc... con esas manitas?!. A mi que no me toquen eh. Y después está el personaje que interpreta Olivia Wilde, que sería mi 3ª y última duda razonable: creo que no está realmente definido y deberíamos tener más información sobre ella para acabar de encajar el puzzle. (Véase la película para saber de qué estoy hablando)

        Conclusión: Si un buen día nos levantamos (habrá ya gente despierta en el otro lado del Mundo) sorprendidos e intimidados ante a una amenaza extraterrestre, ¡¿qué haremos?!. Seguramente en ese momento no importarán ni las razas ni las religiones (más nos vale) porque o nos unimos frente al invasor... o estamos perdidos. Creo que esa es la moraleja de la película.

Mantened los ojos bien abiertos por si acaso.

*El superagente secreto inglés fue el sustituto de Robert Downey Jr. para el papel principal. El americano era el elegido por el trío de productores (Spielberg, Howard & Grazer), y fue quién sugirió al director Jon Favereau (Iron Man) para Cowboys & Aliens, pero el rodaje de la secuela de Sherlock Holmes, tras el gran éxito de la primera aventura, hizo que se tuviese que alejar del proyecto. Elemental querido Watson...

viernes, 2 de septiembre de 2011

13 Asesinos

Dicen de él que es un director inclasificable, y repasando su filmografía no cabe ninguna duda: terror, yakuzas, humor negro, samuráis... Entre sus amistades cuenta con Quentin Tarantino, al que ha dirigido en el atípico western Sukiyaki Western Django. Estoy hablando del “inagotable” Takashi Miike: con ese nombre solamente podía ser director de cine (y encima de culto). Su última perla cultivada es 13 Asesinos (Jûsan-nin no shikaku).

        En casi todas las crónicas que he leído sobre esta película aparece, como no, su nombre ligado al de Akira Kurosawa, y mencionan a Ran y Los 7 Samuráis como referencias casi obligatorias a la hora de hablar de 13 Asesinos: es lo que tiene hacer una “peli” de samuráis... Pero no todas dicen que es un remake del film homónimo de 1963 de Eiichi Kudo. La crítica ha sido unánime en su alabanza. Normal. Si pensabas que ya estaba todo inventado en el cine de samuráis, estabas muy equivocad@...

        A mi esta historia me ha encantado y os la recomiendo engatusadamente: me ha entretenido y estremecido, me ha convencido, me ha enganchado desde el principio (un harakiri de protesta no apto para impresionables)... ¿Qué más se le puede pedir a una gran película?. Los románticos empedernidos me dirán: “¡Que le falta chica!”. Sí, y a Apocalypse Now también... y es un peliculón. 13 asesinos es la típica cinta "oriental" que tiene una impresionante batalla de tres cuartos de hora... (Véase la ironía en mis palabras). ¡Con lo que eso cuesta de “coreografiar”!. Es brutal...

        La trama transcurre en el, todavía, Japón feudal del S. XIX (el que podemos ver también en El Último Samurái), casi a las puertas de la Restauración Meiji de 1868 (primer paso hacia el Imperio moderno que conocemos hoy en día). Lord Naritsugu, el cruel y sanguinario hermanastro del Shogun (Jefe del gobierno militar), campa a sus anchas descuartizando, literalmente, todo lo que se le antoja a su paso... por ello Sir Doi, un veterano oficial, recluta a un experto samurái, Shinzaemon (Kôji Yakusho), para que acabe con este periodo de crueldad infinita, que puede desembocar en una absoluta tragedia si Naritsugu adquiere todavía más poder político. Comienza entonces, en secreto, la enmienda de captar samuráis* para acabar con Naritsugu y su cuadrilla de más de 200 esbirros, entre los que destaca Hanbei, antiguo compañero del también venerado Shinzaemon. Una misión suicida que se tornará en epopeya: 12+1 hombres de honor frente a un ejercito que matará y morirá por y para su feroz amo. Si te gustan las peleas con katanas... afila los dientes.

        Lo que más me llama la atención de este género cinematográfico, es la enorme honorabilidad del samurái y su estricto código de guerrero, dispuesto a dar la vida por su señor y a quitársela por cualquier deshonra. Resumiendo: 13 Asesinos cuenta con una épica batalla final, excelentemente dirigida y orquestada, dentro de una ratonera, que pasará a la historia del cine de acción (por momentos parece que luchen contra más de 500). Ésta es la historia de una gesta entre hombres de honor que pretenden restaurar la paz... y al final todo se torna en una auténtica masacre total.

*Ronin: samurái sin amo.

Por qué dicen que les apasiona el fútbol si lo único que aman es a su equipo

¡Qué pena, de verdad! Estamos ante la que quizás sea la batalla futbolística más espectacular de la historia de este deporte y a mucha gent...